Friday, May 16, 2008

Y te vas, hacia allá, como en sueños...

El momento ha llegado.
Una vez más.
Y es que la pérdida de los rayos del sol anuncia también que debemos separarnos.
y es que tu piel prístina se deja acariciar con los regalos que el día nos trae.
Aquí, sí, en nuestro espacio vital.

Es que la vida nos ha dado el preciado instante del día a día para disfrutarlo a más no poder. Es una capacidad que sólo tienen algunos y que, de hecho, a mí no me fue concedida. Me la entregaste tú.

La vida y los regalos.
El mundo y los momentos
la felicidad y un toque.
Tan sólo uno.

Y bueno, pues ahora tan sólo te vas, dejando no un vacío en mí, sino la vibrante calma que sigue a lo que ha sucedido.
Es cierto, te vas.
Pero vestido de mis besos.

Sobre el aprender cada día...

Cada vez que mis molestas e inquietas neuronas me lo exigen, busco un refugio aquí, en este espacio que seguramente nadie, excepto yo, visita. Ésta es una oportunidad y no porque nadie visite este lugar, significa que no escribiré. Mejor aún, más libertad siento de escribir fuera de las convenciones.

Pues hoy quería comentar(me) acerca de algunas cosas que me han estado llamando la atención continuamente este último tiempo. Conversaba hace un tiempo con alguien (como ya no recuerdo con quién fue, supondre-mos- que fue conmigo misma...) sobre mi creciente percepción de estupidez y inoperancia hacia mí misma.
Cuando estaba en la Universidad tenía la capacidad de producir bajo presión de una manera casi inquietante.. siempre fue mi fortaleza y hasta el día de hoy me siento orgullosa de eso.
Debo decir que la vida profesional ha sido muy entretenida (sin contar con que en mi paso por la universidad traería consigo una serie de experiencias y personajes maravillosos), sin embargo, ha carecido de un componente fundamental en mi vida: la emoción de crear.
Siempre he pensado que existen chicas que se alegran cuando alguien les dice que se ven hermosas el día de hoy, o qué simpaticas son... y siempre he pensado que yo tan sólo me conformo con que las cosas que hago vean la luz. Con la emoción de crear.

Y creo que eso se me esta yendo de las manos.
Tengo las ideas... pero tan sólo es que mis manos se niegan a llevarlas a la concreción.
Y es que no sé por qué. Tengo a mi lado una guitarra, unas percusiones y una melódica.. a las que no puedo sacarles sonido... tan sólo no puedo...

Hay algo fracturado en mi interior y necesito descubrirlo. Ese algo que era mi motor de búsqueda, de creación, de vida.
Esa parte de mí se ha quedado en alguna parte.
Algunos podrán pensar que tiene que ver con "el cambio". Yo creo que ya ha pasado un tiempo como para seguir echándole la culpa al tiempo...
yo no lo sé.

Sólo sé que tengo un hambre monumental de conocimiento. un hambre voraz de consumir todo aquello que me proporcione nuevas sensaciones desde lo intelectual.

Un amigo me dijo "quien te aguante necesita un monumento". Es cierto. Pero primero necesito encontrar mi motivo.



Porque... ese motivo existe... no?...